CONTEXTO
Tanoa, una idílica y paradisiaca isla en el pacífico. De esas que uno siempre espera visitar para relajarse y bañarse en sus cristalinas aguas. Una isla llena de encantos…de encantos y de mierda hasta el culo. Ese micro país está lleno de hijoputas serios, desde lo más alto de su raquítico sistema de gobierno, hasta el puerco más viejo de la isla. No es el mejor lugar del mundo ahora mismo. Hace tiempo que el Diablo danza a sus anchas borracho y drogado en su tierra.
Hace ya 15 años que ese grupito de islas se ha convertido en un productor de coca de bastante éxito. Se han aprovechado y bien de su posición casi irrelevante. No obstante, con una buena logística han llenado el mercado asiático de cocaína y con ella el dinero empezó a fluir. Pero no esperéis ver en esa isla mansiones y grandes propiedades. Aquello no es sino la fábrica de la industria. Se produce mucho, se procesa más y se traslada a lo grande. Los peces gordos del Cartel están en otros lugares. Ya iremos sabiendo dónde.
El caso es que os preguntaréis porqué nos interesa a nosotros meterle mano a aquello. Bien, no somos gilipollas, ¿Eh? Hay algo que nos interesa. Su nombre es Coltán y con eso se fabrican los microchips de los putos móviles. Y si estáis pensando si es muy valioso, basta deciros que vale 3 veces su peso en oro.
No está mal que pensemos que con ello podemos ayudar a ese país a salir adelante con una fuente de riqueza legítima. Eso está muy bien, pero no seamos cándidos. El coltán lo quiere también el Cartel y,si lo obtiene, digamos que su peso específico se multiplica x 1000; el país se va definitivamente a la mierda. Hay quienes no quieren, en otras esferas, que ese material esté en manos de estos tipos. No porque sean narcotraficantes, sean «malos» y tengan un país sometido, sino porque «prefieren» que esté mejor en sus manos… Así es el mundo…el pez gordo se jode al chico si el chico no se le mete antes por el culo…
De modo, que a nosotros nos mandan para echar una mano a unos pocos funcionarios que quieren recuperar su Estado de manos de la corrupción del narcotráfico y estabilizar la cosa. No obstante, el motivo real es asegurar que los «Gordos» se queden con el coltán, pero nosotros pensaremos que vamos a liberarlos de los narcos por hijoputas. Es mejor que pensemos eso…
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